Debemos atender al perfil del usuario típico de este servicio, que por lo general no tiene por qué gozar de grandes conocimientos informáticos. Más allá, es posible que sus conocimientos se limiten al mínimo que le permita realizar su trabajo, que no tiene por qué estar vinculado en absoluto a un entorno de nuevas tecnologías.
Estas circunstancias hacen deseable en gran medida que el servicio proporcionado sea lo más fácil de utilizar posible. Por ello merece la pena encaminar esfuerzos a que la infraestructura subyacente al servicio no modifique en modo alguno su uso, siendo así totalmente transparente al usuario. En las condiciones óptimas deseables, el usuario no debería notar diferencia alguna entre este servicio y cualquier otro servicio convencional de acceso a Internet mediante tecnología móvil.
Telefónica proporciona además distintas formas de autenticar a los usuarios. Algunas de ellas incluyen un identificador MSISDN2.4, que se asocia con la tarjeta que utiliza el terminal telefónico. En nuestro escenario de uso estos terminales están sujetos a frecuentes cambios. Utilizar este tipo de restricciones obligaría al usuario del servicio a ser consciente de ellas cuando cambie su teléfono, algo que por supuesto no es deseable. Por eso se trata de mantener sencillez máximo, pidiendo al usuario tan sólo que recuerde un nombre y una clave de acceso.