Por supuesto, las cosas sencillas son generalmente las que más éxito tienen. Una implementación del servicio que no necesite recurrir a complicados procedimientos o técnicas hará posible reducir el número de problemas potenciales que pueden surgir. Cuanto más sencillo resulte implementar el servicio, más tiempo y esfuerzo se podrá dedicar a otros proyectos que puedan interesar a la universidad, redundando esto en el beneficio final de los usuarios.