Las telecomunicaciones forman hoy día parte fundamental de la sociedad. La informática se ha ido arraigando en nuestros quehaceres cotidianos, hasta límites insospechados hace tan sólo diez años. En este contexto, es fácil imaginar la importancia de disponer de servicios informáticos y de telecomunicaciones adaptados a las necesidades personales y laborales de cada uno. En particular, y más aún en el caso que nos ocupa, se hace patente la necesidad de ofrecer servicios totalmente ubicuos en la medida de lo posible, esto es, usables sin importar nuestra localización ni otros detalles triviales.
Las corrientes informáticas actuales tienden a descentralizar los recursos en pos de un gran sistema, distribuído y omnipresente, que sea utilizable de cuantas formas pueda concebir el usuario. Esto derriba los conceptos clásicos de sistema informático y les infiere una nueva dimensión, valiéndose de los avances diarios en el campo de las redes y las telecomunicaciones. Más concretamente, Internet, la Red de redes, ha permitido desde hace unos años en adelante constituir un gigantesco sistema de servicios distribuídos a lo largo y ancho del planeta.
De forma aún más reciente, la explosión del mercado de las comunicaciones móviles y las distintas tecnologías que surgen entorno al mismo han hecho factible la posibilidad de comunicar dos puntos cualesquiera del globo casi inmediatamente. Satélites, radiofrecuencias... Múltiples formas de interconexión, cada una con dispositivos y escenarios de uso diferentes, permiten la utilización de sistemas informáticos en casi cualquier situación imaginable.
Gracias al abaratamiento de las conexiones a Internet y la magnitud de la interconexión conseguida, han surgido nuevos conceptos como el de teletrabajo. Se empieza a alcanzar el objetivo de la deslocalización de recursos. Cada vez importa menos donde estés a la hora de utilizar el sistema. El usuario ya no tiene que lidiar con copias de los recursos para su propio uso, ni con un sistema monolítico que sólo pueda utilizar él. Ahora los usuarios no ven más que una interfaz del sistema, un terminal, un sencillo PC conectado a la red, que les permite trabajar utilizando los recursos de forma transparente.
Por supuesto, esta es la visión ideal del escenario particular que buscamos. En la práctica, resulta mucho más complejo de llevar a cabo por factores externos al propio avance tecnológico. La introducción de una red global de interconexión de ordenadores y otros dispositivos ha permitido derribar los obstáculos de la localización física, pero también ha introducido problemas nuevos en cuanto al acceso a la información se refiere. En esta sociedad la información es un bien muy preciado que mueve cantidades ingentes de dinero. Un bien cuya utilización está controlada fundamentalmente por motivaciones comerciales. Teniendo esto en cuenta, hay que proveer mecanismos de control de acceso a los recursos, la información, los servicios, que permitan identificar a los usuarios y mantener alejados a aquellos no autorizados.
La seguridad informática es el freno natural del avance exponencial del campo. De hecho, es precisamente la seguridad la responsable de que el objetivo que tratamos al inicio de este texto no se haya cumplido aún. Es necesario mantener un control absoluto sobre los recursos y sus usuarios a fin de evitar usos malintencionados o que puedan perjudicarnos de manera alguna. Y el primer paso para ejercer este control suele ser la localización de los usuarios y, por tanto, la imposibilidad de acceder al sistema desde donde deseemos.
Este es precisamente el problema que trataremos abordar y solventar en el presente proyecto. En el entorno de la Universidad Rey Juan Carlos, las necesidades de seguridad son muy altas, pero no deben cumplirse a costa de recortes en los servicios prestados. Por ello es necesario dar al personal de esta institución la posibilidad de trabajar desde cualquier ubicación requerida por las circunstancias. Continuaremos pues el trabajo 1.1 de Teófilo Romera en el Área de Comunicaciones de la Universidad para proporcionar un servicio de acceso remoto totalmente seguro mediante terminales GSM y GPRS a la red corporativa y sus servicios asociados.
En los siguientes capítulos se describirá en detalle el servicio prestado por TME1.2, así como la definición, diseño e implementación de las infraestructuras necesarias por parte de la Universidad Rey Juan Carlos para la puesta en producción de dicho servicio.
Durante este capítulo introductorio trataremos dejar claros los conceptos básicos que se utilizarán a lo largo de esta memoria para explicar el proyecto. Formalizaremos definiciones de los protocolos y tecnologías utilizados, centrándonos en los puntos más destacados y relevantes que se han tenido en cuenta al diseñar el servicio.
A continuación, en un segundo capítulo, describiremos los objetivos iniciales y los cambios que han sufrido a lo largo de la ejecución del proyecto, así como todas las actividades que han implicado desde el inicio hasta la puesta en marcha del servicio.
En el capítulo tercero abordaremos la implementación realizada del servicio con todos los detalles necesarios, relativos a la configuración del equipo terminador de túneles, tanto a nivel de sistema operativo como de los servicios externos.
Por último, en el cuarto capítulo, analizaremos las conclusiones derivadas del desarrollo del proyecto y los posibles trabajos a realizar en un futuro partiendo de la base aquí obtenida.